El concepto de chatear es uno de los que más se asocian a Internet y consiste básicamente en mantener una conversación a través de Internet (normalmente en modo texto), es decir, las personas teclean y el mensaje aparece en la pantalla del interlocutor o interlocutores en tiempo real.
Un Sistema de Mensajería Instantánea permite chatear al mismo tiempo que ofrece una serie de servicios relacionados: nada más abrir el programa y registrarnos, apareceremos como “on-line” o conectado. Los contactos que tengamos podrán ver nuestro estado y así saber si estamos o no, si hemos salido a comer o estamos al teléfono. Las últimas versiones de este tipo de aplicaciones permiten compartir juegos, realizar llamadas de teléfono desde Internet a teléfonos fijos, mandar SMS y ser respondido recibiendo el mensaje en el ordenador, intercambiar ficheros, mantener conversaciones de voz PC-PC e incluso con imágenes en movimiento de una Webcam, pudiendo establecer una videoconferencia entre dos puntos cualesquiera del planeta por el coste de la conexión a Internet.
Existen multitud de programas de este tipo. Los más populares son el Messenger de MSN-Microsoft, el de Yahoo! o el de AOL, el ICQ, etc. Todos ellos gratuitos pero en principio incompatibles entre sí, es decir, sólo podremos comunicarnos con un contacto que use un programa si nosotros usamos el mismo.
Hasta hace relativamente poco, el público usuario de este tipo de aplicaciones era la comunidad universitaria y en general la juventud, si bien hoy en día son cada vez más las empresas que emplean este tipo de herramientas, bien en las versiones gratuitas disponibles, bien en versiones de pago de próxima aparición que ofrecen mayores prestaciones y seguridad en las comunicaciones.
Las ventajas para la empresa pueden ser muy significativas, desde el momento que facilitan la comunicación entre el personal y reducen los costes. Visualmente sabremos quién está conectado y quién no, en modo texto es el sustituto perfecto del E-Mail para situaciones que requieran una respuesta inmediata e interactividad en el diálogo, contando además con herramientas adicionales como la pizarra electrónica, el intercambio integrado de ficheros, etc. Y las opciones de voz y vídeo son muy interesantes pensando, por ejemplo, en una empresa con distintas oficinas en puntos geográficos más o menos dispersos. Si todas ellas están conectadas a Internet mediante una conexión de gran capacidad tipo ADSL o cable podremos mantener conversaciones con calidad prácticamente telefónica con un coste 0, sólo el de la conexión a Internet y sin generar una llamada de teléfono. Las posibilidades de las videoconferencias de audio/vídeo son aún mayores, pudiendo evitar en ocasiones desplazamientos, si bien la calidad que se consigue en las imágenes no es tan buena como la que se obtiene con sistemas de videoconferencia propiamente dichos.
Nos encontramos ante otra gran herramienta basada en un servicio nativo de Internet, como es el Chat, con un gran potencial tanto para uso personal como dentro de la empresa.
Anisa