A todos nos costó aprender cómo se escribía. Primero tuvimos que usar los favoritos pero poco a poco se hizo un hueco en nuestro vocabulario. Surgió como un buscador y al principio era casi mágico, parecía que leía el pensamiento.
En cuanto comenzó a recaudar dinero (incluso antes, pero sobre todo desde su espectacular salida a bolsa) empezó a extender sus raíces por muchos campos. Son raíces y no tentáculos porque no son nada agresivos y suelen ir “por debajo”, sin que se note. Revolucionaron el mundo con el correo electrónico con su toque personal, con su sistema de mapas (impresiona Street view), con su página de blogs y sobre todo con su sistema de búsquedas con la publicidad “inteligente”, es decir, presentan anuncios relacionados con lo que se está leyendo/buscando y que es su principal fuente de ingresos (y más servicios que no cito por cuestiones de espacio). Me estoy refiriendo a la cada vez más “goorda” Google.