¿Quién no se ha imaginado alguna vez lo bien que se estaría sin tener tantos (antiestéticos) cables por todas partes? Detrás de la televisión, con los euroconectores, enchufes de TDT, DVD, etc. lo que suele haber es una auténtica maraña de cables que misteriosamente siempre tienden a entrelazarse, llenarse de polvo y liarse más y más. Con el ordenador de sobremesa pasa más o menos lo mismo: para alimentación del PC y pantalla, impresora, etc. Una “madeja” que solemos esconder entre la mesa y el ordenador.