Hoy en día hacer una fotografía es un acto muy habitual y sencillo, ya que con la creciente popularización de los teléfonos móviles avanzados siempre tenemos una cámara a mano. Así, inmortalizamos rápidamente lo que nos parece simpático o interesante allá donde estemos: en casa, el trabajo, etc. La tendencia actual suele ser querer compartirlo también con amigos, familiares e incluso desconocidos, usando redes sociales, mensajería tipo WhatsApp o por correo electrónico, por citar algunos ejemplos.
En muchas ocasiones no reparamos en el hecho de que ese smartphone, además de cámara, casi seguro que tiene GPS.
No es raro que esté activada la opción de que se almacene, al hacer la foto, dónde fue tomada (mediante sus coordenadas de longitud, latitud y altura sobre el nivel del mar). Esos datos, junto con otros muchos como la fecha y hora de la captura, tipo de cámara (o marca y modelo de móvil), etc. se incluyen ocultos en el archivo de la imagen. Son los llamados datos EXIF (Exchangeable Image File Format) o metadatos.
Es importante matizar que no es necesario tener acceso a Internet para que registre la ubicación siempre y cuando el móvil tenga GPS.
A través de programas muy sencillos (y gratis) para Windows y Mac como EXIFTool o algunas webs como http://regex.info/exif.cgi se accede a esta información.
Aquí hay un ejemplo de los datos que se pueden llegar a extraer de la siguiente foto (en este caso hecha en Vigo).
Incluso en Windows (depende de la versión) es posible verlos haciendo clic con el botón derecho sobre el archivo de imagen y luego propiedades-> detalles.
Por tanto, al enviar a alguien una foto recién hecha con el móvil (o cámara con GPS) es probable que estemos dando a esa persona la opción de que sepa dónde estamos. ¿Es eso lo que queremos? ¿Compromete nuestra seguridad?
Es cierto que muchas redes sociales y plataformas web eliminan estos metadatos automáticamente pero, a priori, no se sabe si lo hacen por lo que, por precaución, lo mejor es compartir siempre las fotos “limpias”.
En mi caso particular, antes de hacer una foto, pienso si por el tipo de contenido es posible que quiera compartirla con alguien en formato electrónico y si me importa o no que quede registrada mi ubicación física.
Si quiero ocultar dónde fue tomada, lo que hago, antes de hacer la foto, es no permitir que la cámara del móvil acceda al GPS, deshabilitando los servicios de localización temporalmente (la opción concreta depende del sistema que tenga el smartphone, pero suele estar entre los ajustes).
Si procedo de esta manera, los únicos metadatos que no almacena son los referentes a la ubicación física pero todos los demás sí ¿es un problema que alguien pueda saber que tengo un iPhone 8000?
Si quiero borrar todo, puedo emplear programas como Exiferaser (gratis para Windows) que «limpia» de información personal todas las fotos de la carpeta que se le indique. Está en inglés pero es muy sencillo de utilizar.
El objetivo de guardar estos metadatos al fotografiar algo no es espiarnos, sino que posteriormente, si queremos, podamos tener más información sobre dónde, cómo, cuándo y con qué hicimos esa foto.
Realmente no debería haber ningún riesgo real porque alguien sepa dónde estamos ahora o la dirección de nuestra casa o trabajo, pero creo que conviene ser consciente, al menos, de lo que se está haciendo y saber toda la información que se está enviando. También hay que alertar a los menores cuando son ellos los que comparten.
En este enlace se puede un ejemplo de qué datos exactos contiene una foto y cómo queda después de eliminarlos usando el programa comentado.
Artículo publicado en la revista Aproin número 75 (http://www.aproin.com/revista.asp)
Sin duda me has dejado blanca! Pensaba que quedaba como mucho la fecha, muchas gracias por la información, cojo el consejo de no permitir que la cámara del móvil acceda al GPS. Gracias!!!