Desde el 13 de noviembre de 2013 estoy saliendo con un iPhone 5S y pensaba hacer una reseña. De hecho, la tenía ya escrita pero era un poco “rollo” y análisis del nuevo iPhone hay muchos, así quie cambié el enfoque y hablo, en cambio, de mi nueva relación. Estoy de nuevo enamorado.
¿Qué tiene eso que ver con un iPhone? Este vídeo lo explica todo con bastante humor (aunque lo que afirma es una verdad como un templo, hablemos de un iPhone o de cualquier otro smartphone)…
La historia comenzó con su llegada, el 13 de noviembre. Un SMS primero y luego una llamada (del transportista), confirmaron nuestro primer encuentro. Venía desde Italia, pero diseñado en California y fabricado en China. ¡Qué nervios! ¡Nos íbamos a conocer tras casi tres semanas de espera!
No está nada bien juzgar a alguien por su aspecto externo, pero lo cierto es que el iPhone 5S es muy delgado, estilizado y ligero (incluso más que sus primos, el iPhone 5 y 5C). Solo 112 gramos.
Parece que es más ancho que los modelos más antiguos, pero es solo un efecto óptico y se puede acariciar con comodidad la pantalla de 4’ igual que en los modelos anteriores de 3,5’. En mi opinión, es importante poder abrazar siempre la pantalla con una sola mano y con facilidad.
Estéticamente está muy bien terminado y transmite una sensación de calidad y robustez (mejor no comprobarla empíricamente contra el suelo si no queremos que la relación termine peor que “Romeo y Julieta”). No obstante, al tacto me siguen resultando más agradables y atractivas las curvas del iPhone 3GS.
Para los que como a mí nos gusta identificar visualmente cada modelo de iPhone, la única diferencia estética en la parte delantera con respecto al 5 (salvo que se elija el color oro) es el anillo brillante alrededor del botón “home” (¿será algún tipo de indirecta sobre el matrimonio?) en el que se encuentra el lector de huellas digitales Touch ID. Por la parte trasera son iguales excepto por el flash dual del 5S. Tiene un tatuaje con el número de IMEI (otros modelos no me consta que lo tengan).
Todo fue sobre ruedas la primera vez que interactuamos. Este vídeo lo demuestra:
Nada más encender el iPhone 5S y configurar la Wifi y unos datos, indiqué que quería restaurar la copia de seguridad desde iCloud del iPhone 3GS (con iOS 6.1.3). Tras 14 horas descargando fotos y apps (sí, lo tenía bastante llenito), quedó todo exactamente igual y funcionando (a falta de introducir de nuevo las contraseñas). Terriblemente cómodo. Es seguir la relación donde se dejó anteriormente sin el menor esfuerzo.
Ya no es lo que era en el pasado. Solo incluye el cable Lightning y el adaptador de corriente para que la relación no decaiga, unos auriculares EarPods (para escucharla mejor), una herramienta para “sacarla de quicio” (la bandeja de la nanosim, se entiende) y unas instrucciones cada vez más escuetas (ya se sabe que en las relaciones, lo mejor es ir descubriendo los misterios poco a poco).
Dicen las malas lenguas que ve mucho mejor en la oscuridad y lo cierto es que es así (aunque mantiene los 8 megapíxeles del modelo anterior). Las fotos con poca luz quedan algo mejor que con un iPhone 5. Habría que comparar con el Lumia 1020, su rival más directo al menos en la cámara de fotos.
Puede grabar fijándose en todos los detalles (1080p) e incluso hace fotos mientras lo hace y a 120 fps. Después nos permite seleccionar qué parte del vídeo se verá “a cámara lenta” para recrear las mejores jugadas.
El inconveniente que le veo es que siempre habría que utilizar este modo en previsión de que vaya a ocurrir algo digno de ver a cámara lenta. De todas maneras, el resultado llama mucho la atención y es muy fácil de usar como se puede ver en este vídeo hecho por mí grabado en «slow motion».
La cámara se abre increíblemente rápido, hace las fotos sin la menor demora y permite tomar instantáneas panorámicas muy fácilmente e incluso (novedad del iPhone 5S) permite fotografiar en modo “ráfaga” haciendo hasta 10 fotos por segundo y proponiendo cuál es la mejor (también nos podemos quedar con todas, para los más indecisos). El flash True Tone (dual), novedad del iPhone 5S ilumina bien pero tampoco veo que suponga una gran mejora (aunque tampoco soy un especialista en fotografía).
Gran parte de las interacciones con el iPhone se hacen usando la pantalla y esta es, espectacular además de que por su tamaño, como comenté antes, no se hace difícil de abrazar. Hay una fila adicional de iconos que resulta útil para acomodar esas apps que nunca terminaban de caber en la primera pantalla.
La resolución retina se ve francamente bien (sobre todo comparada con la del iPhone 3GS). Es como si tuviese siempre una pegatina pegada en lugar de ser la imagen de la pantalla. No obstante, y que me perdonen los de Apple y los puristas, cuando vuelvo al iPhone 3GS no la echo de menos en el sentido de “cómo me gustaría poder ver esta imagen con más resolución”. Para mi gusto, si está esa gran definición (sobre todo con las fotos), perfecto, si no, también.
En mi nueva relación me reconocen por mis huellas dactilares (Touch ID) mediante un sensor ubicado en el botón inicio bajo un cristal de zafiro (¿a qué chica no le gusta una joya?). No hay más que ubicar el dedo sobre el sensor para que reconozca (casi siempre) la huella y, de esta manera, no hay que introducir el código de acceso si bloqueamos el terminal. También sirve para no tener que teclear la clave de la App Store cada vez que adquirimos una app, pero no he activado esa opción todavía porque no vaya a ser que sin querer me compre una de las de 1.000 euros. No, gracias (por el momento).
En el lado positivo diré que funciona muy rápido y es muy cómodo. Se pulsa el botón inicio y el iPhone queda listo para usar igual que si no hubiese un código de bloqueo y resulta extremadamente fácil acostumbrarse. Al usar otros ordenadores o móviles, tengo la tendencia ya a intentar usar la huella como alternativa al código. Estoy convencido de que sistemas como este han llegado para quedarse.
En el lado negativo diré que, aunque no paro de leer en Internet que funciona siempre, a mí a veces no me reconoce (¿Tendrá amnesia temporal?) y estoy seguro de que uso mi dedo y de que sigue unido a mi cuerpo (recordemos que Touch ID no funciona con dedos cortados). En un 85 % de los casos va bien, pero en otros termina bloqueándose y diciendo que si no tecleo el código a mano, no se puede activar Touch ID (y, por tanto, usar el iPhone).
Otro aspecto negativo que le veo es que no sirve para nada más que para poder usar el Smartphone sin teclear el código. Quizá en el futuro esto cambie, pero hoy es lo que ofrece.
Es rápido rápido rápido. Muy rápido. Sin entrar en temas técnicos, se utiliza por primera vez un procesador de 64 bits (el A7), lo que en teoría le más potencia de cálculo y mejor rendimiento. Por el momento creo que aún tiene que madurar el software para sacar partido a estas ventajas.
Junto al A7, se encuentra el coprocesador (según nos cuenta Apple, yo obviamente no lo he visto) M7 especializado en detectar movimientos (M de motion o movimiento). ¿Para qué sirve? Pues para que el iPhone sepa, usando su GPS, acelerómetro y giroscopio, si lo llevamos de paseo o no, dónde está y vaya conociendo poco a poco nuestras costumbres sin que por ello el consumo de energía se dispare.
De esta manera sabe por sí solo que cuando está en casa (donde dormimos por la noche varios días) puede ponerse cómodo y ahorrar batería, por ejemplo (sin tener que ponerlo yo en modo avión por la noche). Me parece una buena idea y veremos si en un futuro próximo se exprime un poco más esta capacidad. Desde el punto de vista operativo solo he observado que de vez en cuando me dice cuánto tiempo tardaría desde donde estoy a mi casa poco antes de que salir (como si ya conociese mi rutina). Estas parejas que lo controlan todo…
Lo que sí es cierto es que iOS 7 (el sistema operativo que trae de serie) “vuela” (y más comparado con el iPhone 3GS con casi 4 años de uso). Hasta la aplicación de Facebook se abre antes de que podamos bostezar. Con eso creo que lo digo todo. No da ninguna “pereza” utilizar el iPhone y conmutar entre tareas ya que responde sin la menor demora.
Una de las mayores desilusiones de esta relación para mí fue lo rápido que se queda sin energía, la verdad. Esperaba que hubiese mejorado más. Sé que es cierto que tiene un procesador muy bueno, una pantalla espectacular más grande que la del iPhone 4S y anteriores y que aún así dura lo mismo o un quizá poco más que en el iPhone 5 con todas las mejoras que tiene. Sí, vale, perfecto, pero a mí como usuario me interesa que la batería tenga la mayor duración posible… Más o menos como el iPhone 3GS: un día y un poco como mucho con un uso “normal”. Con un uso intensivo (si nos vamos a algún evento o de viaje juntos), no llega al día sin tener que buscar un enchufe (comprobado).
Si me diesen a elegir entre calidad de pantalla y autonomía de la batería, me quedaría con lo segundo sin pensarlo.
Resulta muy fácil acostumbrarse a una nueva relación cuando lo tienes todo como te gusta y, encima, pesa menos el terminal y todo va muy rápido. Es como usar el iPhone anterior a cámara rápida. Las fotos y vídeos se hacen enseguida, las aplicaciones se abren instantáneamente. No tienes que esperar sino él por ti (como debería ser siempre). No se atasca. No se engancha. Todo funciona muy fluido. Da gusto e incluso el iPad 2 ahora me parece que tarda en abrir los programas. De hecho el umbral de espera antes de decir “puf, qué lento” ha bajado peligrosamente tanto en otros móviles como tabletas o incluso en el ordenador.
Me doy cuenta de que hay cosas que a veces no hacía con el modelo anterior por la pereza psicológica de tener que esperar a que se abra un programa unos segundos. Parece exagerado, pero es cierto y estoy seguro de que no me pasa a mí solo.
Siempre que se tiene un nuevo equipo, se pasa por dos fases, la primera es “Oh, qué rápido va comparado con el que tenía”. La segunda, un tiempo después de utilizarlo, es “Oh, el nuevo va normal, ahora es el otro el que va muy lento”. Por el momento (afortunadamente) sigo en la fase uno. En ese sentido muy contento. No tanto con la duración de la batería ni con el iOS 7 ya que creo que no aprovecha al máximo las capacidades del iPhone.
En defensa del iPhone 3GS debo decir que lleva casi cuatro años trabajando mucho (y los que le quedan… y le doy las gracias por todos los servicios que hasta ahora me ha prestado) y que seguro que tiene mucha “basurilla” que lo ralentiza.
Siendo un poco críticos, prácticos y estrictos, a modo de reflexión diré que nada más llegar mi nueva relación, le pedí que por favor restaurase una copia de seguridad de iCloud y en unas horas tenía el iPhone 5S exactamente como me gusta. La pregunta era ¿y qué hago ahora que antes no podía hacer? ¿Hacer mejores fotos y vídeos? ¿Ver con más nitidez la pantalla? ¿Abrir las aplicaciones más rápidamente? ¿Hablar con Siri (sigue siendo muy poco útil)? ¿Usar Facetime? ¿Desbloquear usando mi huella dactilar? Sí y no. Aunque han mejorado en muchos aspectos, en esencia no puedo hacer nada nuevo en un terminal presentado en septiembre de 2013 con respecto a otro lanzado en junio del año 2009.
Quizá es que tuve mucha suerte con el iPhone 3GS ya que hasta septiembre de 2013, con la aparición de iOS 7, seguía utilizando la última versión de iOS igual que el iPhone 4, el 4S o el 5 pues es el Smartphone que más actualizaciones ha tenido (creo), lo que demuestra que los terminales no se vuelven obsoletos sino que los convierten en obsoletos los fabricantes. Evidentemente por cuestiones de hardware, el 3GS no gozaba de todas las características de las nuevas versiones de iOS pero sí las fundamentales.
Creo que Apple y los demás fabricantes deben seguir innovando y añadiendo servicios de valor (software) que supongan una (r)evolución y no solo mejorar el hardware de los equipos más y más. A mí se me ocurren varias ideas…
Seguiré contando cómo evoluciona la relación. ¿Será para siempre? Temo que Apple y los otros fabricantes harán lo imposible porque no sea así… ¿No crees?
Mientras no me pueda permitir otra cosa, seguiré con mi terminal, estoy muy de acuerdo con eso de que son las marcas las que van decidiendo a través de las actualizaciones del software qué terminales «se tienen que quedar viejos» (maldita obsolescencia programada… :S ) Pero bueno, a lo que iba, que muchas gracias por contarnos cómo te va esta nueva relación de una manera tan natural y entendible; a veces, la gente al hablar de sus amores se enreda demasiado… Un abrazo!!
Hola, Jesús.
Muchas gracias por el comentario. ¿No te has sentido un poco identificado con el primer vídeo? :)
Saludos.
Pues un poco con la primera parte, pero por ahora «buscarme otra pareja» es demasiado caro!! jeje
Un abrazo y que el 2014 nos traiga muchas cosas buenas…ya sabes, #MañanaMasyMejor ;)
Sin duda va a ser una relación muy intensa, jajaja
Disfrútala mientras dure :))
Lo intentaré, Frenchi :-)
Gracias por la visita y el comentario.
La verdad es que yo he cambiado del 4 al 5S… y sí que he notado cierto cambio de velocidad, procesar información o transición de aplicaciones. Pero lo que veo es… ya no sólo que el iOS 7 suponga un cambio visual… sino que veo que no se está desarrollando aplicaciones para potenciar este tipo de smartphones. ¿para qué sirve un teléfono con tanto núcleo si se siguen usando app desarrollados a modelos anteriores? Como bien dices, falta una (r)evolución.
Exacto, Alfonso. El hardware va muy por delante del software hoy en día. Hay una carrera por los «cores» y megahercios pero no hay dónde usarlos.
Gracias por la visita, la confirmación y el comentario.
Saludos
Christian, ¿cuándo harás la comparativa con el Samsung Galaxy S4? Al menos en lo que respecta a la calidad fotográfica de ambos dispositivos.
Ya sabes que, a mí, a parte de llamar, la fotografía es lo que más me interesa.
En cuanto al artículo, tu análisis me ha parecido fabuloso, como siempre. Espero aprender de ti para mi nuevo blog y poder contar con tus consejos.
¡Feliz año 2014 y éxito en tu cometido! :))
Hola, Juan
Respecto al Samsung Galaxy 4, pues cuando me lo presten :-) Ahora no conozco a nadie que viva cerca que lo tenga.
Lo que sí tengo claro es que en calidad de las fotos el Lumia 1020 impresionante. He tenido la oportunidad de verlo en acción y es de lo mejorcito. Muy recomendado. Espero poder probarlo con calma un poco más adelante personalmente.
Muchos gracias por los comentarios y ánimos y suerte con ese blog. Muy feliz y próspero 2014.