¿Qué es el social seating? Es la posibilidad que tenemos nosotros, como compradores de un billete de avión, de poder escoger al lado de quién sentarnos durante el vuelo según su perfil social y nuestros intereses. Hasta ahora solo se podía elegir ventana, pasillo o central y en qué fila.
Iberia permite ya esta opción en su web y la he probado paso a paso…
Aunque no es lo más correcto, hoy en día se tiende a medir la calidad de una cuenta de Twitter y la importancia de su dueño por la cantidad de seguidores (followers) que tiene. Este dato no vale para mucho porque en numerosas ocasiones, más de las que pensamos, son comprados o seguidores falsos.
Un seguidor falso no interactúa ni mucho menos compra, que es lo que quieren las empresas.
Existen varias herramientas para hacerlo y una de ellas es TwitterAudit, que permite ver el número de seguidores “fake” o falsos de cualquier cuenta de Twitter, sea o no nuestra e incluso sin tener que registrarnos (y, por supuesto, gratis).
Por tanto, antes de dejarnos deslumbrar por la cantidad de followers que tiene una cuenta de Twitter, conviene ver si son “de verdad” o no (e incluso nos hace una pequeña auditoría gratuita).
Incluyo también un «ranking» de las 10 cuentas que más seguidores falsos (comprados o no) tienen en España según TwitterAudit en versión gratuita.
¿Cómo funciona TwitterAudit?
iOS 8 (el sistema operativo del iPhone, iPad y iPod) y posteriores tienen una característica (Continuity) bastante útil y no muy conocida que consiste en que es posible llamar y contestar las llamadas de teléfono, así como enviar y recibir SMS en el iPad (con y sin 3G), iPod Touch e incluso en el Mac muy fácilmente.
Es muy práctico porque muchas veces el iPhone está en otra habitación, en el bolsillo del pantalón o bolso o, muy probablemente, cargando. Con este sistema se puede responder a la llamada o iniciarla cómodamente desde otro dispositivo. En el caso de querer o leer o escribir SMS, ocurre exactamente lo mismo.
¿Cómo hacerlo paso a paso?
Estas últimas semanas muchas personas y empresas se están encontrando con la desagradable sorpresa de comprobar que han perdido toda la información de sus ordenadores, con la consiguiente desesperación. Informes y trabajos, hojas de cálculo, archivos PDF, bases de datos, fotos y vídeos… Todo. Los documentos están ahí pero no se pueden abrir: los han “secuestrado”. Los móviles con Android tampoco se libran.
Lo peor es que no solo afecta a los ficheros que están en el equipo sino también a los que puedan guardarse en discos USB conectados y en otros PCs de la red, incluyendo servidores y copias de seguridad, si no están debidamente protegidos.
El culpable de todo es una familia de virus (ransomware con variantes como CryptoLocker, CryptoWall…) que lo que hace es cifrar (codificar) la información con una contraseña muy robusta y desconocida para el usuario y exigir dinero a cambio de decir cuál es (de ahí la afirmación de que los datos no se eliminan, sino que quedan secuestrados a cambio de un rescate, que luego comentaremos).
Esta catástrofe informática, que puede llevar a la ruina a muchas empresas, no es ciencia ficción. Está ocurriendo de verdad en muchas organizaciones (grandes y pequeñas) y hogares, que ven cómo ficheros “importantes” se convierten en basura irrecuperable. Es terrible.
Por más que se intente solucionar, no tiene cura, solo se puede prevenir, por lo que hay que extremar las precauciones.