Desde siempre se han usado chuletas (machetes, torpedos, acordeones, chivos) para copiar en un examen, pero con los avances tecnológicos se han renovado has herramientas y los trucos para poder hacer trampas.
Como estudiante, la tentación de aprobar sin estudiar ser grande y es que además cada vez hay más trucos y dispositivos (algunos sorprendentes) para copiar en un examen. Es importante como profesor conocer cuáles son para poder detectarlos.
Existen muchos recursos para copiar en un examen usando chuletas en diferentes formatos y el objetivo de este artículo es presentar un listado de unos cuantos.
Por supuesto, empiezo diciendo que por lo general se acaba pillando al estudiante tramposo y que la formación es muy importante de cara al futuro, no siendo recomendable hacer trampas por las dos razones expuestas.
Conozco casos de profesores que sospechan a lo largo de los meses que el alumno está haciendo algo raro y copiando en el examen, aunque no sepan inicialmente cómo, si bien le acaban pillando.
Personalmente no las he hecho nunca porque me resulta mucho más fácil estudiar que dedicar tiempo a crear una chuleta o equivalente, con el riesgo de que te pillen y el estrés adicional que supone (ya de por sí alto si estamos hablando de un examen importante), por lo que en mi caso concreto opino que no compensa, aunque cada persona seguro que tiene su propio punto de vista.
Es importante recordar que las chuletas siempre han aprovechado la tecnología existente.
Hace unos años, cuando solo se contaba con un bolígrafo, los estudiantes más tramposos escondían las chuletas escribiéndolas en la mano u otra parte del cuerpo o incluso en la suela de los zapatos o creaban pequeñas “chuletas” de papel que escondían dentro del bolígrafo o en el interior de la ropa que llevaban puesta o debajo de la falda, interior del escote, etc…
Los pañuelos de papel en los que anotar la información difícil de recordar es otra ubicación frecuente de las chuletas.
Otros clásicos de chuletas pasan por el papel clavado con una chincheta en la parte inferior de la mesa (donde se cuelga la chuleta) o la tapa de la calculadora, donde se pueden anotar con lápiz muchos datos que no son fácilmente visibles desde algunos ángulos.
Este tipo de chuletas sigue en uso, de hecho, esta es una foto real de una obra casi de (micro)artesanía en la que se ha grabado la chuleta en un bolígrafo de la marca BIC con letras minúsculas:
Por si no lo ves bien, aquí está ampliado el detalle del bolígrafo:
No obstante, hoy en día todo esto se ha sustituido en buena parte por otras herramientas tecnológicas como veremos, si bien las “chuletas” clásicas de papel, rollos de papel, bolitas de papel y las notas en la mano y otras partes del cuerpo siguen siendo usadas, pero incluso por comodidad a la hora de elaborar o potenciar estas trampas para copiar en un examen se ven apoyados o sustituidos por tecnología.
Gracias a los avances tecnológicos, ya no es necesario dedicar tiempo a escribir en un papel las chuletas con una letra minúscula donde sintetizar la información para luego sacarlas y copiar en el examen.
Existen páginas web como Chuletator donde es tremendamente fácil crear una chuleta sin instalar nada en el ordenador. Simplemente hay que introducir el texto, elegir el tamaño del papel que se va a usar y ajustar el tipo de letra lo más pequeño posible siempre y cuando para la persona pueda seguir siendo legible.
Chuletator también permite configurar además los títulos y dar formato al texto para poder localizar fácilmente ese contenido que ha caído en una pregunta del examen con mayor rapidez. Una vez terminada la chuleta, se puede descargar en formato texto o imprimirla desde el navegador, y todo gratis.
Hay incluso programas gratis como Chuletas (Chuletas en Sourceforge) o su versión en inglés Cribr para Windows que hacen este mismo proceso: reducen el tamaño de la letra para que en una superficie de papel diminuta quepa la mayor información posible, miniaturizándolo tanto como se pueda. La ventaja de este caso es que las chuletas quedan guardadas en el PC para futuros usos y es un programa tipo editor ofimático muy parecido a Word 2010.
Además, Chuletas se sincroniza con páginas como Xuletas.es y Wikiteka.com. Desde el programa se puede buscar entre más de 400.000 documentos compartidos por la comunidad, descargarlos, editarlos y subirlos de nuevo a la página.
Acto seguido, se imprime y se puede esconder la chuleta en los sitios habituales: en la muñeca, debajo de la ropa, dentro de una pulsara, en el bolígrafo o estuche, etc.
El programa dispone de plantillas predefinidas para hojas de papel o incluso para generar etiquetas que aparentan ser de ciertos productos. Si se imprimen y se pegan en una botella o bote, puede parecer que son legítimos pero no lo son.
Chuletas posee plantillas de:
Por tanto, mucha atención a esas botellas o botes de Tipp-Ex porque pueden no ser lo que aparentan y tener, como se puede ver en las imágenes, la chuleta incluida en la etiqueta, en las que en vez de los ingredientes o instrucciones de uso aparecen los contenidos de la materia de examen:
Por supuesto, las chuletas pueden hacerse sintetizando o transcribiendo manualmente los apuntes (una buena manera de aprender, por cierto) pero incluso en este aspecto puede ayudar la tecnología ya que en webs como Xuletas, NoEstudies o El rincón del vago se pueden encontrar apuntes listos para ser copiados, pegados y miniaturizados.
En muchos centros educativos está prohibido utilizar el smartphone bajo pena de que lo confisquen, pero no en todos y, a veces, la pericia de los estudiantes hace que no sea detectado por los profesores, sobre todo en los exámenes.
El truco consiste en que cuando el profesor pide el móvil al entrar en el examen, se entrega uno viejo o roto (ni siquiera tiene que funcionar) y el smartphone “bueno” se guarda en el bolsillo, oculto en el pantalón, calcetines o similares listo para ser usado para copiar, así que profesores mucha atención a los móviles que dejan.
Algunas aplicaciones para llevar chuletas en el móvil en Android son:
Chuletas para Android es una app gratis bastante veterana en la que se pueden almacenar textos y fotografías de los apuntes o libros.
Se muestra la información en pantalla de la chuleta y solo hay que pulsar dos veces sobre la misma para que cambie y aparente ser la legítima de un móvil Android con un reloj, aparentando que no hay ninguna actividad sospechosa.
El uso de Chuletas para Android en vídeo:
Chuleteitor es otra app para Android diseñada específicamente para ser usada como una “chuleta 2.0” tecnológica, con algunas capacidades que una chuleta de papel convencional o puede llegar a tener.
Por ejemplo, además de por supuesto poder ajustar el tamaño de la letra, el brillo de la pantalla y otros ajustes, es posible activar el “modo examen” y configurar el umbral de ruido, de tal manera que al detectar el menor ruido, la pantalla se apaga y se bloquea el dispositivo para evitar ser descubierto, a diferencia de lo que ocurría con el anterior ejemplo en el que el proceso de bloqueo era manual.
Android wear es un sistema operativo para smartwatches de Google, primo-hermano de Android utilizado en smartphones y tabletas.
Disponer de un smartwatch o reloj inteligente con capacidad para almacenar documentos e información es una herramienta de enorme valor a la hora de crear una chuleta y copiar en un examen.
No siempre se sabe si un reloj es un smartwatch o no. Por ejemplo este ¿es o no un smartwatch?
Una aplicación con funciones de pago que permite acceder a documentos almacenados en la nube de Google (Google Drive, ahora Filestream) es Documents for Android Wear y se puede hacer desde el propio smartwatch.
En vídeo cómo funciona Documents for Android Wear:
En iOS para iPhone o iPad no existen tantas opciones para hacer chuletas como en Android, no obstante hay alternativas
Cribba permite guardar imágenes y PDFs en la aplicación y modificar e incluso categorizar los contenidos y visualizarlos en el Apple Watch. Se integra con servicios en la nube como Dropbox, Box o Google Drive.
Es gratis pero tiene compras para eliminar la publicidad.
Text 2 Watch es otra app que posibilita guardar texto en el iPhone (antes también en el Apple Watch, pero hace un tiempo que le eliminaron esta opción) y se puede visualizar con el nivel de transparencia que quiera el usuario. En teoría es gratis pero para cargar los textos hay una compra in-app de 2,29 €.
Apple Watch es el smartwatch de Apple y en él también es posible guardar información que utilizar a modo de chuleta en un examen, aunque no hay muchas opciones.
Cribba, la aplicación comentada en el punto anterior es compatible con el Apple Watch para ver chuletas almacenadas en el smartwatch.
Independientemente de las aplicaciones comentadas para cada sistema operativo móvil, hay apps como Dropbox, OneDrive, Box o Google Drive que permiten almacenar en la nube una gran cantidad de información y que, llegado el caso, puede ser utilizado como chuleta tecnológica sin dificultad.
Son un equivalente a tener todos los apuntes abiertos debajo de la mesa pero ocupando muchísimo menos espacio.
Dropbox para Android. Dropbox para iPhone/iPad.
OneDrive para Android. OneDrive para iPhone/iPad.
Box para Android. Box para iPhone/iPad.
Google Drive para Android. Google Drive para iPhone/iPad.
Está razonablemente extendido el uso de WhatsApp también como herramienta para copiar en un examen. No es una característica propia de WhatsApp (se podría hacer con Telegram u otras plataformas) pero, por lo que parece, es relativamente popular aunque no sea uno de usos de los grupos de WhatsApp que más recomendables me parezcan.
La idea es sencilla: hacer una foto al examen al empezar, enviarlo a un grupo especial (por ejemplo “Examen de estadística”).
Todos los miembros del grupo (menos uno) estarán en clase. El que no está puede ser un familiar, un amigo o un conocido al que se le pagan unos euros por un encargo “fácil” (supongamos 5 estudiantes y que cada uno paga 5 € por media hora de “trabajo”).
El que está fuera de clase debe buscar las respuestas a las preguntas y enviarlas en uno o más mensajes, que los demás irán copiando conforme vayan llegando. Esto es válido tanto en respuestas de desarrollo como tipo test e incluso en el caso de tener que hacer cálculos. Todo depende de los conocimientos y pericia del que debe buscar las respuestas.
Eso sí, precaución con poner todos las mismas respuestas mal… Y con dejar las notificaciones con sonido activadas…
Además de Android Wear y Apple watchOS, dos sistemas operativos para smartwatches relativamente extendidos, hay otros relojes inteligentes que se pueden usar para guardar chuletas y copiar en un examen.
Hay incluso modelos específicamente diseñados para esta copiar en exámenes y por lo que me han comentado fuentes contrastadas, es una de las herramientas más empleadas y por el momento no todos los profesores prohíben o registran los smartwatches en los exámenes, a diferencia de lo que ocurre con los smartphones, que suelen ser confiscados al entrar.
Estos smartwatches imitan la apariencia de relojes tradicionales, pero disponen de una pantalla (pequeña) en la que se puede consultar la información guardada. Suelen tener muy poco brillo e incluso algunos modelos tienen la pantalla polarizada de tal manera que solo se ve el contenido desde unos ángulos muy concretos, (algunos incluso solo si se tienen gafas) aparentando estar apagada desde los demás.
Esto es lo que denominan algunos el “anti-espía 360º”.
Suelen tener además un “botón de pánico” para que una vez pulsado, vuelve a la pantalla de fecha y hora como si fuese un reloj normal.
Algunos modelos existentes son el reloj chuleta electrónico con botón de pánico, el Reloj RXO o el Reloj SOS
En este vídeo del reloj RXO, uno de los más populares, se puede ver cómo no se ve que la pantalla está ofreciendo datos si no es desde ángulos muy concretos:
Los profesores deben estar muy atentos a la hora de vigilar en un examen si los estudiantes que están continuamente revisando el reloj. Cada vez en más centros está prohibido llevar relojes en los exámenes precisamente para evitar este tipo de dispositivos en los que se puede meter la chuleta.
Además del bolígrafo de siempre en el que se puede meter la chuleta o grabar sobre él tal y como hemos visto ya, se pueden comprar otros bolígrafos especialmente diseñados para ser una chuleta y copiar en el examen.
En este modelo de bolígrafo para chuletas, por ejemplo, ya destinado a albergar una chuleta, ésta queda oculta hasta que se desea consultar bien deslizando el contenido o bien desenrollar todo el papel. El coste es reducido (unos 6-8 €).
Otros bolígrafos permiten escribir con una tinta invisible que aparece cuando se ilumina con una luz ultravioleta. En este caso, el estudiante que quiere copiar en el examen debe escribir la chuleta en un papel (que puede ser un A4) con tinta invisible la chuleta y sacarla en el examen. Gracias a la luz ultravioleta, se puede leer lo que se ha escrito.
Incluso hay bolígrafos de tinta invisible con luz LED ultravioleta que sirven para ver lo que se ha dejado plasmado:
Hay más bolígrafos tecnológicamente avanzados que disponen de un micrófono o cámara que permite comunicarse con el exterior, si bien lo comentaré en los siguientes apartados, a pesar de ser propiamente un bolígrafo.
Ante estas opciones, de nuevo, los profesores que controlan el examen solo pueden desconfiar y estar muy atentos.
La opción de tener una calculadora programable en la que guardar las chuletas para poder copiar luego en el examen no es nada nuevo. En muchos centros (recuerdo en mis tiempos de estudiante de Ingeniería de Telecomunicación) no se permiten calculadoras programables (solo científicas) en determinados exámenes.
Lo que no todos los profesores saben es que hay calculadoras diseñadas específicamente para guardar chuletas y que aparentan ser una calculadora científica convencional.
Esta Calculadora científica RXO para mensajes y documentos por ejemplo aparenta ser una calculadora científica sin nada especial que la haga diferente, pero realmente permite guardar mucha información (documentos de Word, PDFs, imágenes, etc.) e incluso permite enviar mensajes de una calculadora a otra.
Es más, si hay otra persona que no tiene una calculadora de este mismo modelo pero sí un smartphone, hay incluso una app que permite enviar y recibir mensajes entre la calculadora y el móvil.
Durante el examen se pueden intercambiar mensajes utilizando la calculadora, algo sencillo pero ingenioso.
Si el estudiante cuenta con un colaborador fuera del aula que le ayude a copiar en el examen, puede usar directamente el móvil en una llamada (recordemos que puede ir preparado al examen con un móvil viejo para entregar si el profesor lo pide y quedarse el que funciona).
El truco es fácil: el estudiante indica las preguntas que le han caído y el cómplice externo (parecido al truco de WhatsApp) busca la respuesta en apuntes, libros o Internet y le contesta.
Si conecta un auricular y micrófono al móvil y se lo guarda en el bolsillo, pasando el cable por debajo de la ropa, puede quedar algo disimulado, aunque se ve bastante.
Algunos incluso pueden llegar a utilizar cascos inalámbricos como los AirPod de Apple o equivalentes, que no son más que unos cascos que se conectan por bluetooth, es decir, sin cables, al móvil. De todas maneras, suelen ser bastante visibles también salvo que por ejemplo la persona tenga el pelo largo y pueda ocultar las orejas.
Otra alternativa utilizada y bastante más difícil de detectar es el uso de audífonos o pinganillos. Este tipo de dispositivos se meten en el interior del oído y no se ven a simple vista salvo que uno se fije mucho e, incluso, algunos son tan pequeños que se introduce totalmente en el oído y para sacarlo hace falta un imán especial o un hilo.
El receptor del audífono o pinganillo de todas maneras debe conectarse al móvil con un cable (si no es bluetooth) y mantenerlo cerca (en un bolsillo, por ejemplo).
Se pueden encontrar muy diferentes modelos en Internet como estas alternativas de pinganillos invisibles e inalámbricos que se conectan al teléfono móvil por cable o Bluetooth y no se escucha nada desde fuera, por lo que cada vez son más usados en exámenes. Existen incluso diferentes variantes con distintas prestaciones que son de lo más completas, por ejemplo:
En este vídeo sobre Monorean Pro se puede ver todo lo que se puede hacer con este pinganillo invisible a los ojos, incluyendo cómo meterlo y sacarlo de los oídos con una herramienta especial, cómo mandar señales con el pie, conectarlo a un MP3, hacer llamadas, etc..
O hay modelos mucho más sencillos y con menos prestaciones como este en Amazon Pinganillo nano V3:
Otra opción es utilizar un bolígrafo especial que hace de micrófono y se conecta por bluetooth con el móvil. De esta manera, no hay más que hablarle al bolígrafo en voz baja (algo que puede no ser excesivamente extraño en un examen), el micrófono envía el sonido a través de una llamada de teléfono al cómplice en el exterior que responde y el alumno o alumna lo oye a través del pinganillo.
Por ejemplo, está este bolígrafo espía con audífono que se conecta al móvil por bluetooth.
En Amazon incluso tienen productos similares con bolígrafos con bluetooth para copiar en exámenes:
Bolígrafo Bluetooth con un exclusivo color negro y sellado otorgándole una disimulada apariencia. El bolígrafo transmite el sonido al Pinga y posee un micrófono externo de alta sensibilidad oculto en la parte superior para su uso en llamadas telefónicas que permite que le oigan incluso susurrando. Se conecta mediante Bluetooth siendo compatible con cualquier tipo de dispositivo sin importar marca o modelo. Además, dispone de una duración aproximada de 1,5-2,5 horas en función del volumen. El bolígrafo por supuesto escribe y se incluye un repuesto de forma totalmente gratuita. Incluso si se abre para cambiar la tinta no se ve absolutamente nada sospechoso gracias al sellado de batería y todas las piezas electrónicas.Ademas es posible realizar una llamada al último numero en registro de llamadas desde el bolígrafo. Recargable y se incluye todo el Kit Completo para su uso (con recargas) junto con las instrucciones. Este modelo se puede usar con dos modelos incluidos en el kit: El PINGA VIP PRO SuperMini es el último modelo de pinga presentado a inicios de 2017. Su calidad e intensidad de sonido es superior a sus modelos predecesores y la autonomía de cada pila (2 incluidas) alcanza las 9 horas de conversación continua. El pinga tiene forma cónica y alargada lo que permite que quede totalmente ajustado en el oído. El PINGA NANO es el modelo de pinga más pequeño y eficaz. Queda totalmente oculto en el interior del oído.USO EXCLUSIVO PARA LLAMADAS TELEFÓNICAS PUESTO QUE NO INCORPORA NINGUNA FUNCIÓN PARA CAMBIAR DE GRABACIÓN SIN TOCAR EL MÓVIL.. -Contenido del paquete: >1 Bolígrafo Bluetooth >1 Pinga VIP PRO SuperMini. >2 Pingas Nano Dorados > 1 Recarga de tinta >1 Barra Extractora >1 Imán Control >2 Pilas de Alta calidad >1 Cable de Carga USB >Instrucciones
Cada vez nos acercamos más al guión de una película, pero la realidad es que la tecnología permite ya ocultar una cámara en un dispositivo como un bolígrafo y transmitir vídeo en tiempo real.
Esta opción es una alternativa muy eficaz utilizada con las llamadas de móvil o pinganillos para contactar con un cómplice en el exterior que mandará las respuestas a las preguntas del examen ya que no hay que decir nada de viva voz: basta con enviar la imagen.
Por ejemplo este Bolígrafo cámara para exámenes FOX PEN capaz incluso de emitir en 1080p por unos 160 €:
Usando esto, solo hay que apuntar al examen y enviarlo al colaborador externo para que busque las preguntas y responda usando el pinganillo u otros métodos.
También existen gafas con pinganillo incorporado que se conecta por bluetooth al móvil y puede mantener una comunicación bidireccional con el exterior, así que ojo a esos estudiantes que de repente aparecen con gafas en un examen y antes no las usaban.
Se pueden también usar las gafas o bolígrafos incluso en ocasiones en las que el estudiante no se quiera comunicar con el exterior sino que solo se quiere saber (y guardar) cómo era el examen en aquellos casos en los que los profesores no permiten que salga del aula para estudiarlo de nuevo más adelante, para compartirlo con compañeros o incluso para venderlo a academias, ya que los exámenes que están muy protegidos es posible que se repitan en el futuro. Para ello existen bolígrafos con cámara Oculta, UYIKOO Bolígrafo Cámara de bolígrafo 1080P Oculto con Grabador de Video/Fotos, o gafas que graban en foto o vídeo:
En algunos exámenes se permite el uso de tabletas y ordenadores portátiles que contengan apuntes y documentación, pero no acceder a Internet para buscar o, incluso, enviar y recibir mensajes a otras personas por razones obvias.
Para filtrar el acceso a Internet, los profesores apagan los puntos de acceso Wi-Fi del centro educativo o bien bloquean los usuarios de la red que permiten el acceso al Internet.
Lo que ocurre es que los propios estudiantes pueden compartir Internet desde un móvil, dando acceso a Internet a todos los demás. Incluso aunque se solicite que dejen los móviles en una caja en una parte del aula, la opción de compartir Internet puede funcionar a una cierta distancia.
De esta manera, aunque en teoría no tienen acceso a Internet de manera “legítima”, sí que pueden conseguir su propio acceso ya sea por Wi-fi o incluso en caso de tener un iPhone y un iPad, es posible compartir Internet usando Bluetooth.
Una posible solución a esta iniciativa por parte de los profesores es, además de vigilar, pedir a todos que activen el modo avión en PCs y tabletas y revisar periódicamente que lo mantienen.
Para evitar tentaciones, existen apps gratis para Android o incluso Windows como Wi-fi analyzer (Wi-fi analyzer para Android y Wi-fi analyzer para Windows 10) permiten visualizar las conexiones Wi-fi disponibles en el entornoo de manera gráfica, incluso las que están ocultas en la frecuencia de 2,4 y 5 GHz. Si hay alguna “rara” con una alta intensidad, quizá sea bueno desconfiar.
Hay dispositivos detectores de móviles (por radiofrecuencia) que pueden ser utilizados para saber si hay un móvil operativo donde no debería haberlo y que se utilizan en algunos centros educativos. La alternativa de emplear inhibidores de frecuencia como se utilizan en ciertas organizaciones es algo que no está permitido a todo el público.
Cada vez más se hacen exámenes (controles o cuestionarios, más bien) presenciales a través de plataformas LMS online como Moodle, Blackboard, Canvas, Dokeos, etc., o simples formularios como Google Forms.
El estudiante debe iniciar sesión en el campus virtual con su usuario y clave (o introducir simplemente su nombre en Google Forms) y realizar (presencialmente) un cierto examen o control.
En estos casos no es descartable que el estudiante anote las preguntas y las respuestas, cierre sesión de su cuenta y entre como si fuese otro compañero, completando el test con las respuestas que él mismo ha guardado.
Evitar esto es complicado. Conviene revisar siempre los tiempos en los que las plataformas informan que han tardado cada uno de los estudiantes (si todos tardan media hora en completar el examen y en cambio uno tarda dos minutos, es sospechoso).
Otra opción pasa por entregar un código alfanumérico aleatorio a cada estudiante durante el examen (y anotar cuál es) para que lo introduzca en el examen a modo de validación. Este dato no puede conocerlo el estudiante que completa el examen por otro, ya que durante la prueba no se pueden comunicar (o no deberían poder) y, de esta manera, se dificulta la suplantación.
En el pasado desarrollé un fichero de Excel que generaba un código pseudoaleatorio teniendo en cuenta el nombre del ordenador utilizado y de ciertas variables. De esta manera, los estudiantes debían abrir el Excel, ver qué código les corresponde e introducirlo como parte del examen.
Durante la corrección, además de revisar lo que ha tardado cada estudiante, se debía verificar que el código es el que debería ser, dado que se sabía dónde se había sentado cada alumna y alumno y por tanto qué código debía tener.
Como hemos visto a lo largo del texto, hay muchas maneras “nuevas” de copiar en un examen utilizando chuletas y trucos que aprovechan las nuevas tecnologías. Personalmente me ha sorprendido (e incluso parecido genial por la sencillez de la idea) la calculadora “especial”.
Las alumnas y alumnos más propensos a invertir dinero en este tipo de dispositivos cuentan con muchas alternativas para poder copiar en los exámenes innovando tecnológicamente, si bien al final y sobre todo en cursos largos, el buen saber del profesor y su experiencia suelen jugar un papel importante a la hora de detectar el uso de chuletas. No se trata solo de copiar sino de saber trasladar la información con las palabras del estudiante. Un texto copiado tal cual de los apuntes en todas las preguntas es, por ejemplo, sospechoso.
El objetivo del artículo no es (ni mucho menos) incentivar el uso de este tipo de chuletas sino hacer una recopilación inicial (hay más alternativas que por extensión no he tratado) de herramientas para hacer chuletas y trucos para copiar en los exámenes para que tanto estudiantes como (sobre todo) profesores sepan de su existencia.
Hola, muy entretenido el artículo. Cuando era estudiante nunca fui de copiar en los exámenes, pero sí tenía compañeros que si todo el ingenio y tiempo de investigación que dedicaron a hacer chuletas lo hubieran dedicado a aprender, hoy en día posiblemente viviríamos en Marte y habríamos colonizado planetas en otras galaxias, como poco. :)
Hola, Scherzo
Tienes toda la razón :)
Gracias por la visita y el comentario.
Excelente artículo, como siempre.!!
Hay q hacer un curso en el FBI para controlar exámenes..!!!
Muchas gracias, Carlos :)
En efecto, hay que estar muy al día…
Muy bueno Christian el articulo!!! desde luego hasta en esto ha avanzado el tema, jajaja!!!!
Sin dudas. Esto, como todo, avanza una barbaridad :)
Maravilloso artículo Christian, como siempre, es un placer leerte.
Muchas gracias, Julián Pablo :)
Excelente articulo Christian , mis saludos desde Argentina , aqui los llamamos MACHETES
Gracias, Jorge. En el primer párrafo si te fijas uso ese término porque lo había leído. Me alegro que te haya gustado.
Saludos.
Uno de mis profesores nos invitaba a escribir chuletas para los exámenes porque decía que, mientras las creábamos, nos aprendíamos el temario. Pero, estoy de acuerdo contigo, no compensa.
Supongo que eso depende de cada persona. Sé de casos de personas muy hábiles con el arte de la «chuleta» y, como dice Scherzo en otro comentario, con un gran nivel de ingenio.
Saludos y gracias por el comentario, María.
Fabuloso artículo como siempre. Te superas semana a semana y cada vez más originales. Tienes mucho mérito sorprendiéndonos semana tras semana. Gracias por compartir tu sabiduría. No tenía ni idea que las chuletas tuviesen tantas opciones tecnológicas.
Estupendo, Fran. Gracias por el testimonio y me alegro que te haya gustado.
increíble! qué articulo tan currado… te mereces un premio oye
Muchas gracias, Yomisma.
:)
Jajaja, me hizo recordar….
Al inicio de la carrera yo era un santurron, me daba mucho miedo copiar, jamas se me pasaba por la mente hacer eso en la universidad, pero al parecer era algo muy comun entre mis compañeros, y los examenes el puntaje mayor era aveces un 3.0 si un 3.0 (Ing Quimico). examenes muy frustrantes.
Bueno me las ingenie y me compre un mini chicharo o audifono mini de esos que abundan en aliexpress , lo que hize fue grabar lo mas importante y repoducirlo por BT , con miedo y todo , me ayudo pero me sentia bloqueado por pensar en q me podria descubrir..
Estupendo, Avi. Gracias por el testimonio.
Como Docente siempre es algo que se agradece saber tocayo. Interesante y entretenido artículo. Vaya que el estudiante siempre intenta ir un paso adelante. Si esa inteligencia se aplicara 100% al estudio otra cosa sería jeje
Un saludo!
Muchas gracias, Cristian.
Madre mía con tal de no estudiar! Un poco de ayuda no está mal a veces y sobretodo para el típico profesor que solo te quiere amargar la vida pero la verdad pero en general hay que estudiar.
En efecto…