La semana pasada recibí una carta por correo (postal) con información sobre un producto que me interesaba. La presentación del documento era muy buena, con imágenes en color, buen papel y presentación atractiva, si bien la media del conjunto bajó en picado por una sola palabra: en el centro de la carta de presentación había una falta de ortografía bastante llamativa (léase gorda). Dudo que fuera intencionada. De hecho tuve que releer la frase un par de veces esperando, en vano, poder encontrar otro sentido a la frase que justificase lo que leía. Nada. No sé si lo compraré o no, pero desde luego la impresión final que me ha quedado no es buena. Mentalmente asumo que ese nivel de descuido aplicado en la carta puede ser similar al que usan para fabricar su producto.
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