A nadie le resultará una sorpresa saber que hay estudios e informes que indican que, como consumidores, nos fiamos más de la opiniones y recomendaciones de amigos y familiares que de lo que nos cuentan las marcas a través de la publicidad u otros medios.
Si sabemos que una persona en la que confiamos recomienda un cierto producto o servicio, es probable que, si nos interesa, le hagamos caso y sigamos su consejo. En esto se basa mucha de la publicidad actual y especialmente los anuncios sociales que podemos ver en distintas plataformas y redes sociales como Facebook, por ejemplo.
Si decimos que algo (una fanpage, un contenido, etc.) nos gusta en Facebook, es posible que aparezca un anuncio o recomendación a algunos de nuestros amigos y en él figure nuestro nombre, informando de la acción social que hemos realizado, por ejemplo en este caso, decir que nos gusta. De esta manera, estaremos implícitamente (y sin saberlo) ayudando a vender lo anunciado.
¿Cómo evitar que Facebook nos “use” para recomendar algunos anuncios? Fácil.