¿Quién no ha soñado alguna vez con poder, por ejemplo, encender la calefacción a distancia cuando vuelve de viaje (y saber qué temperatura exacta hay en casa) o controlar si se abre o no la puerta principal y cuándo? ¿Y poder encender o apagar las luces desde el móvil? ¿Y que cuando se abra la puerta se encienda la luz?
Hace mucho que la domótica y la tecnología para hacer todo esto existe y está disponible para todo el mundo, si bien por utilidad, precio o desconocimiento no se ha hecho muy popular todavía.
Hace muchos años que personalmente tengo ganas de poder aplicar a mi vida diaria estas funciones y desde hace unas semanas mi casa es más inteligente gracias a un pack de domótica de Wattio (una empresa española) que contiene funciones de seguridad (una alarma sin cuota mensual), de control de consumo eléctrico (incluyendo enchufes) y de la calefacción a través del móvil (iPhone, iPad, iPod Touch o dispositivos con Android), tableta o la web.
¿Qué aporta realmente? ¿Vale la pena? ¿Cuánto cuesta?
En muchas películas se presenta el hogar del futuro como lleno de robots que nos ayudan a pasar la aspiradora, limpiar la casa o incluso preparar la comida. Estamos en el año 2003 y de momento parece que las cosas no van por ese camino. Salvo un proyecto de una importante empresa japonesa de fabricar mascotas electrónicas-robot (que de momento y en España, por lo que yo sé, no tiene demasiada aceptación todavía) la tendencia general es a crear lo que llaman “hogar inteligente”.