Al escribir un contenido, tanto en blogs como en grandes medios o incluso en redes como Facebook, Twitter, etc., es habitual inspirarse, investigar y contrastar información en Internet.
Hoy en día hay muchos y muy buenos blogs de calidad sobre muy diferentes temáticas, superando en ocasiones a publicaciones de gran difusión.
A raíz de unos hechos que me han ocurrido estos días ha me ha recordado lo que ocurrió el pasado, me ha surgido la siguiente reflexión:
¿Cuándo se deberían citar las fuentes? ¿Es un signo de debilidad hacerlo?