Hace no demasiados veranos que se ha colado en nuestro equipaje un nuevo pasajero electrónico sin hacer demasiado ruido y que ya se perfila como un compañero muy importante a la hora de llegar a nuestro destino de viaje a la primera (sin menospreciar por supuesto las valiosas indicaciones que nos pueden dar los que viajan con nosotros, sean amigos, nuestra pareja, familiares, vecinos o simples autoestopistas). Estoy hablando de los equipos GPS.