En muchas ocasiones, por no decir siempre (y más todavía en el mundo de la tecnología), aparecen nuevos conceptos, palabras y verbos que no tienen un equivalente directo en español. La consecuencia inmediata es que durante un tiempo se utiliza la forma idéntica a la del idioma original y, como no hay una norma reconocida, empiezan a aparecer variaciones.
En el momento en el que la Real Academia de la Lengua (RAE) incorpora alguna de las versiones al diccionario, ésta se convierte en la oficial y la que se debe utilizar, pasando a ser las demás alternativas, normalmente, formas incorrectas. En este proceso están palabras como wasapear o tuitear.